Podcast 17. Banco de leche

Logo del podcast Mujeres en la onda

Contamos con más de 30 podcast con información valiosa para ti. En estos podcast se tratan todos esos temas que como mujer te afectan e interesan. Hechos desde el corazón.

Descárgatelos en: Ivoxx Spotify.

Trascripción del podcast


Celebramos la semana europea de la lactancia materna hablando sobre el banco de leche y nos acompañan dos invitadas. Una de ellas es Ruth Gutsens, monitora de la liga de la leche de Euskadi (en Durango) y responsable del departamento de acreditación de monitoras del área de lactancia sin fronteras de la liga de la leche internacional. 

Por otro lado, tenemos a Laura Sola. Ella es Doula y matrona. Y hay que darte la bienvenida de nuevo como nueva mami.

Laura: Gracias por la bienvenida. Ayer hizo un mes mi bebe. Estamos recién nacidas las dos, pero no me he venido con mi bebe porque está (como muchas madres saben) en ese tiempo de cólicos y nos podría dar un programa interesante.

Contadme. Lo de la liga de la leche (depende de quién nos esté oyendo), igual se piensa que es algo de “Marvel”. Igual tú nos lo tienes que explicar.

Ruth: O de fútbol.

También me ha pasado: “¿Qué pasa? ¿Sois jugadoras de fútbol de alguna liga que es la leche?”. Eso me lo han preguntado tal cual. Además, el fútbol se me da fatal.

Te cuento un poco. La liga de la leche es una organización no gubernamental (lo que es una ONG sin ánimo de lucro). El objetivo es la información y el apoyo de quienes desean amamantar a sus hijos.

Se fundó en 1956 y actualmente estamos en más de 63 países. Se atienden al mes a más de 300 mil madres a nivel mundial.

Como trabajos más específicos, somos miembros del consejo de administraciones no gubernamentales de UNICEF y se mantiene relaciones de trabajo con la OMS. También, es miembro fundador de la alianza mundial a favor de la lactancia materna (WABA), que es quien organizó por primera vez la semana mundial de la lactancia materna.

En principio, las mujeres que estamos en la liga somos todas madres, somos voluntarias y estamos formadas en lactancia.  Nuestro objetivo es el apoyo madre a madre a las mujeres que están pasando por momentos de dudas. Que solamente necesitas que te digan: “Lo que estás haciendo es lo normal. En una lactancia es habitual lo que te está pasando y te puedo ayudar a hacer esto y esto, y lo estás haciendo muy bien”. Normalmente son dudas más complicadas, pero muchas veces es necesario recibir ese apoyo. De decir: “Podemos arreglarlo o mejorarlo un poco con esto u otro, pero dentro de lo que cabe, lo que te está pasando está bien. Es lo habitual…”.

Un acompañamiento. ¿No? 

Al final es acompañar a esas mamás que tienen ciertas dudas. Partimos muchas veces de que son dudas que las tenemos “habituadas” (no vemos la lactancia habitualmente), te generas y es normal.

R: Claro. Por ejemplo, el embarazo lo vivimos muchas veces todavía trabajando o estamos en un entorno más social y de repente tu das a luz (sobre todo si es el primero), tu entorno es tu casa y te quedas ahí con tu bebé, con mil dudas, el bebé no duerme, tú que no duermes tampoco, no sabes cómo le estás haciendo, si el bebé va bien o va mal…

Las madres que han tenido a sus bebés en el confinamiento, todavía ha empeorado más, porque era más difícil contactar con tu matrona o con tus amigas que ya habían tenido bebés, no te podías juntar con el resto de las madres de tu grupo del ambulatorio, con tu grupo de la liga de la leche o con tu grupo de apoyo a lactancia y al embarazo normal.

Son esos miedos que siempre a todas nos han acompañado desde que te quedas casi, casi embarazada. Empiezas a pensar muchas cosas, te culpabilices por cosas que no has hecho ni vas a hacer nunca… Todo eso es como un gran hermano donde se lleva todo al extremo.

Tuvimos en un programa a Sara. Ella decía que evidentemente estaba a favor de las bajas maternales, pero lo que tu decías, que pasabas de un entorno social a de repente sola. Claro, como no te llega la información de los grupos de crianza (ahora parece que cada vez se oyen más), de repente eres baja maternal, me quedo en casa… Y encima hay puestos de trabajo que es muy pronto por el riesgo que puedan tener y como no se busquen esas opciones estás sola.

R: El ser humano es social por naturaleza. Más en esos momentos que es muy biológico, muy fisiológico… Necesitas ese grupo, esa tribu que te apoye. Creo que la mayoría de la gente tenemos ese rol. Ahora ese rol lo ha ocupado las redes sociales, internet, Instagram, Facebook. En todos los grupos encuentras información, pero es una información muchas veces muy complicada de saber. Igual te encuentras cosas muy buenas que te pueden salvar momentos terribles, porque llegas a una página que realmente tiene información de calidad, pero para llegar a esas has pasado por doscientas páginas donde has podido leer auténticas “burradas”. Entonces, si tú ya sabes un poco por donde ir, encuentras cosas muy interesantes. Pero si no tienes claro a dónde vas, porque estás en ese momento muy perdida y sobre todo porque según das a luz, las hormonas las tenemos a lo “loco”.

Laura nos lo puede contar, porque si es verdad que todas las que nos hemos informado antes, parece que vas a dar a luz mega empoderada, ya lo sabes todo, lo tienes todo en la cabeza y de repente das a luz… ¿Y qué pasa Lura?

L: Yo lo tengo muy reciente Ruth. Me gusta mucho todo lo que has contado y hay varias cosas curiosas. Primero, que esto de pertenecer a la liga de la leche me parece algo “super power”, es un honor escucharte.

Yo hice mi formación (curiosamente) de asesora en lactancia en una de las sedes de la liga de la leche, pero en Lima, Perú.

Lo que quería decir de lo que estáis comentando de ese vacío, esa falta de cobertura en el postparto que existe y que es un hecho. Como me decía una madre: “Me han visto cada semana durante el embarazo y cuando he dado a luz aquí no me ve nadie… Estoy más sola que la una en mi salón”.

Sin embargo, yo animo a todos los profesionales sanitarios que tienen contacto y que tienen trabajo en el entorno de la maternidad, a que hagan la formación en la sede de la liga de la leche, porque la formación es muy buena, es muy potente.

R: Sí. Hay formaciones. Yo las formaciones que llevo son sobre todo para las madres que quieren ser monitoras, pero hay países como Perú y Estados Unidos que hacen formaciones específicamente para sanitarios. En Argentina creo que también. Y luego, por ejemplo, aquí (yo que les hablo desde el País Vasco) Osakidetza de vez en cuando saca formaciones. Tenemos una compañera aquí que ha colaborado mucho con ellos.

Siempre hay una parte que es por suerte o por desgracia con la persona que te toque, porque sobre todo con el tema del coronavirus se nos ha complicado todavía más, pero ya de antes, por ejemplo, nunca hay un 100% del personal que te atiende en el hospital formado en lactancia.

Si por casualidad tú tienes la mala suerte de que te toque una persona, una enfermera, una matrona, una persona de la limpieza, que casualmente no tiene ni idea de lactancia  (que las hay), en ese momento en que tu estas con las hormonas… Fatal, tu bebe llora y la persona que pasa en vez de decirte: “Voy a llamar a la persona que sabe de lactancia en esta planta y va a venir ahora la matrona, te va a explicar a ver cómo te podemos ayudar, porque parece  que no va bien o porque te veo que tienes un problema de lactancia…”. Lo primero que te dicen es: “Ese bebe está pasando hambre. Lo que necesita es un biberón. Ahora mismo pide a las enfermeras…”. En ese momento no estás para pensar sinceramente, estás todavía en un proceso muy biológico de tu cuerpo (habrá de todo), pero la mayoría de las mujeres en ese momento están muy en su proceso de hormonas del cuerpo y el cerebro no funciona. Aunque lo tengas muy claro de antes: “No voy a pedir nunca un biberón cuando llegué allí porque yo quiero dar la teta”.

Llegar a un 100% de formación es muy difícil, pero creo que realmente hay cada vez (afortunadamente) más conciencia de ello dentro de lo que es Sanidad, Osakidetza… Lo ideal sería que un 100% de los profesionales tuvieran una formación, bien fuera de la mano de la liga, de la mano de las mismas entidades de sanidad que a veces lo hacen, cada vez más universidades lo ofrecen, pero que sepan.

L: Es un poco lo que decías antes del cerebro postparto (yo que estoy reciente), como que mi cerebro sigue así. Decía antes de entrar en antena que yo tengo el cerebro (como todas las mujeres postparto) como un “queso gruyere”, lleno de “agujeros”, y por los agujeros se me van todas las ideas. Cosas que tenía muy claras o que ya me las sabía o que las tenía muy afianzadas dentro de mí, porque llevo además muchos años acompañando a mujeres en post partos, lactancias… Quiero decir, que a pesar de eso muchas cosas me han pasado, que de repente es como, miro a mi bebé y pienso: “¿Lo estaré haciendo bien?”. Y esas dudas me cuestan un tiempo hasta ponerlas. Si tuviera encima a alguien diciéndome algo que no toca cuando creo que es un profesional, me puede hacer dudar mucho y tambalear las bases. Y eso es importante.

Al final ya no es solo la formación que tengan, sino la información también. El seguir formándose, el seguir estando a la vanguardia de los cambios que hayan podido haber. Porque hace poco hablaban de la Lanolina que se sigue recomendando, pero es que realmente no es para eso. 

R: Dentro de lo que son las monitoras de la liga, uno de los compromisos que adquirimos cuando firmamos la declaración de compromisos es justamente eso, el seguir formándonos en el tema, aunque parezca que sea algo tan básico. Una amiga me decía: “Pues no lo entiendo, porque somos mamíferos. Cualquier animal mamífero tiene su bebé…”. Yo le decía: “Sí. Cualquier animal mamífero que tiene un entorno adecuado para ello”. Hay muchos animales que tampoco llegan a amamantar a sus bebés, porque realmente el entorno no apoya.

Ese es un punto al que yo quería llegar, porque una de las preguntas que yo tenía para haceros era si, ¿vosotras consideráis que es necesario celebrar la semana mundial europea (como la queramos llamar) de la lactancia materna? ¿Es necesario?

Quería saber vuestra opinión, porque al final, ¿por qué lo estamos celebrando?, ¿qué es lo que pasa para que lo tengamos que hacer?

L: Total. Hay que visibilizar.

R: Yo personalmente empecé la liga en el año 2000. Lo que es la declaración de INNOCENTI que es el documento conforme al cual se empezó a hacer la semana de la lactancia, se hizo en el 1990 y en el 2000. La persona que me formaba a mí decía: “Me parece vergonzoso que diez años después muchos de estos objetivos, en la mayoría de los países, no hay un compromiso serio”. Porque una de las cosas era que los países se comprometieran a adquirir esos compromisos. No se han hecho.

Para venir aquí busqué un poco de información (que está muy mal actualizada) del número de mujeres que amamantan, de la lactancia en cifras. Por ejemplo, en España no hay un sistema oficial de monitorización y seguimiento de la lactancia; mayormente hay datos de encuestas de los profesionales a nivel regional. En la encuesta nacional de salud solamente desde 1995 se incluyen preguntas y no son ni los indicadores ni la metodología que recomienda la OMS. Con lo cual, hay veces que consideran que una lactancia materna es darle una vez al día. Hay bebés con tres meses que te los cuentan como si estuvieran con lactancia materna general cuando en realidad lo que están haciendo es una toma y el resto son biberones. Con esos datos vamos bastante mal.

Hay una cosa que me molesta bastante y es cuando me pongo a investigar principalmente sobre las lactancias fracasadas, ¿por qué fracasan?; todas son por un problema (por una mastitis, una pérdida de leche, etc.), pero no hay ningún estudio que determine la causa real que es el dolor. Al final es lo que te hace decir no puedo más, porque si esa herida no doliese…

Hay un estudio Guipuzcoano de hace algunos años, pero que buscaba justamente eso, prevalencia y factores asociados con la duración de la lactancia materna dentro del proyecto INMA (Infancia y Medio Ambiente). Se hizo estudiando los 6 primeros meses de una cohorte concreta de niños, y vieron que el abandono temprano solía asociarse a problemas con la lactancia en el primer mes, la hipogalactia y bajo peso a los dos meses. Otras dos causas eran no tener decidido antes de amamantar que ibas a amamantar o ser de una clase social muy baja. Esas cuatro cosas eran para un abandono temprano en el primer – segundo mes.

Luego hay un abandono tardío que está claramente asociado al tiempo de baja por maternidad que tenemos. Piensa que a los cuatro meses vas a tener que volver a trabajar a una jornada de 8 horas, por ejemplo, si estás a  media hora de tu trabajo y tienes que llegar un poco antes, pues vas a tener que estar 10 horas al día separada de tu bebé. Hay mujeres que podemos permitirnos durante una temporada buscar otras alternativas, pero hay muchas familias que no pueden permitírselo económicamente o hay mujeres que son madres solas y tampoco se lo pueden permitir obviamente.

L: O ya no que no te lo puedas permitir económicamente, sino que no te lo puedes permitir en el trabajo que tienes, porque en el trabajo no puedes coger una excedencia, no puedes nada. O porque si te vas lo pierdes. Hay muchas circunstancias. Es básico que, si no tienes mínimo 6 meses de baja, muchas mujeres dejan de dar de lactar. Hay que hacer encaje de bolillos para poder seguir dando de lactar con un bebé de 4 meses incorporándose a la vida laboral.

Estamos todo el tiempo con presión. Es presión porque no te van a informar bien, presión porque puedo perder el trabajo, presión… Es que al final dar la teta va a ser más complicado de lo que es. Sobre todo, porque al final es lo que decíamos antes, somos mamíferos, es algo gratis (la palabra gratis a todo el mundo nos gusta) y que encima la produce el cuerpo. No necesitamos nada más.

L: Y yo siempre digo que es mejor un día de teta que ninguno. Ósea, que si te ha dado para darle el calostro de los primeros días, ¡fenomenal!, le has dado un chute de inmunoglobulinas perfecto para tu bebé. Si luego no puedes dar más teta, pues ya está.

Hace muy poco me han llegado a preguntar (qué ahora como no tengo leche) si realmente la estaba alimentando. ¡Pero si acabas de dar a luz!, ¡es lo mejor que le estás dando! ¿Pero en qué mundo estamos?, ¿dónde nos hemos perdido?

L: Incluso que haya gente que todavía cree que la teta, pasado los 6 meses, no sirve para nada. Para empezar, se llama alimentación complementaria, porque la base de la alimentación de un bebé hasta el año sigue siendo la teta. Cuando haces una alimentación a trozos (el Baby-lead Weaning), hay muchos bebés que juegan, pero no comen absolutamente nada. Pero es que, pasado el año, lo que mucha gente dice: “Pasado el año eso es agua”. Pues no, el 40% de la alimentación de un bebé es la leche materna.

R: Claro. La recomendación de la OMS es lactancia materna hasta los 6 primeros meses en exclusiva, a partir de entonces, seguir como mínimo hasta los dos años complementando con otros alimentos. Esa es la recomendación de la OMS. ¿Qué ocurre?, que hay gente que entiende: “Eso es para países donde no tienen otras comidas”. Claro que tenemos otras comidas, pero que nunca van a llegar al estándar de EURO que supone la lactancia materna cuando la madre y el bebé quieren. Que también hay bebés que por lo que sea, con 18 meses comen de todo, están fenomenal, son bebés muy activos y que dejan la teta. No pasa nada. Tenemos que pensar que sigue siendo un elemento básico y muy importante hasta esa edad.

Yo creo que poco a poco vamos ampliando un poco, porque hace mucho ver, si tú ves a mujeres con bebés mayorcitos, con bebés que ya andan tomando la teta… La primera vez que los ves te cambia. Yo reconozco que la primera vez que lo vi me quedé un poco así… Y eso que yo soy de una familia en donde mi madre siempre decía que el pediatra le había dicho que a ver qué hacía todavía dándome la teta cuando ya comía el mismo solomillo que ella. Ya éramos bastante mayorcitos cuando mi madre decidió destetarnos, porque todo el mundo le decía que a ver que hacía. Pero a mi alrededor es algo como que ya maman normalmente en casa para la siesta, para cosas un poco así…, se deja de ver. Entonces, ahora como vemos más literatura sobre ello, hay más charlas sobre ello y se van estableciendo otras formas de alimentar a los bebés, pues está como más visto.

Edu: No habéis hablado de los bancos de leches que también existen. Yo, por ejemplo, tengo que decir que gracias a ese banco de leche mis hijos pudieron tomar leche materna; por esas donantes de leche, porque mi mujer no tenía para ellos. Incluso había muchas mujeres que después que habían dejado de amamantar a sus hijos, su producción seguía con leche y siguen donando esa leche.

L: Es que cuando has dado de lactar durante mucho tiempo, la leche tarda mucho en irse. Lo que pasa que, para ser donante, básicamente suelen recoger solo los primeros 6 meses, porque la leche tiene una composición que es la adecuada para el destinatario que son bebés que están ingresados en UCI. Excepto cuando no tienen leche, que no les queda en el banco y tienen alguna mamá que la composición de la leche todavía es muy elevada en proteínas, pues siguen recogiendo leche más allá de los 6 meses.

No sabía que era tan complejo, es decir, que no estaba tan analizado. 

L: No. Analizan a cada madre. De hecho, me dijeron que no se mezclan la leche de una madre con la de otra.

Es curioso, porque yo los llamé al tercer día y la del banco de leche me dijo: “Mira, mejor date un tiempo…”. Ya han venido dos veces. Hoy he dado casi dos litros.

¿Esto en cuanto lo has sacado?

L: En 10 días.

R: Esta información sí que es… Que a alguna igual me la deprimes.

L: No. Lo que quiero es dar algún truco. Yo siempre digo que cuando acabas de dar a luz, esa crecida es el momento de aprovechar para extraer esa leche, para ir regulando. Y con esa demanda que haces haciéndote donante, mantienes al pecho con la información de que tiene seguir produciendo. También, hay que decir que las crecidas son diferentes; siempre digo que algunas mamás se nos pone el pecho así como tu cabeza y otras que lo tienen muy poco a poco, o que no notan casi nada, pero si notan que el bebé traga mucho más. Las crecidas se notan de forma distinta, es verdad, esto también hay que decirles porque si no se deprimen.

Hay una de las cosas que preguntan mucho y es sobre todo cuando hay algún problema empiezan: “Es que me saco con el sacaleches y no saco casi nada”. No tiene nada que ver lo que sacas con el sacaleches con lo que tu pecho produzca. Esto es muy importante.

L: Y que luego como uses el sacaleches… Porque claro, las madres compran un sacaleches sin saber cómo se usa, que tipo de copa necesitan, cómo hacen la extracción…, tiene su miga.

Yo siempre recomiendo un recolector de leche que a mí me vino super bien, que es el Haakaa. Desde el primer día me lo puse en el pecho y empecé a recoger. Sin necesidad de ponerme un sacaleches para aumentar esa superproducción que tienes esos primeros días, porque no es lo aconsejable, pero si ir recogiendo.

Igual hay que explicar el tema de la producción, porque al final estamos diciendo: “Aprovecha la subida…, ¿y entonces qué?” Pero ¿cómo se produce esa leche? 

L: Esto es un sistema de demanda y oferta.

R: El pecho produce siempre eso, por oferta y demanda. También, depende mucho de las hormonas de cada mujer y de cómo respondan sus hormonas a esas demandas. Y luego emocionalmente… Ósea, hay muchísimos factores que pueden afectar a nuestra producción de leche. Incluso en el mismo día, la mujer puede darse cuenta de eso, que a la mañana nota ese pequeño subidón.

Hay mujeres que notamos muy poco cambio en el tamaño de los pechos, porque te ha cambiado el tamaño del pecho en el periodo del embarazo. En cada toma te la notas que está más tensa al principio y luego está más blandita. Y es que hay muchas mujeres que se lo notan mucho a la mañana, (igual el bebé ha estado 4 horas sin amamantar y las hormonas están en plena efervescencia matutina digamos, y al última hora de la tarde que ya el bebé ha hecho más tomas, que está más cansado, que nosotras también estamos más cansadas…, de repente las madres notan el pecho muy blandito y se preocupan.  Entonces, todos esos vaivenes muchas veces es seguir estimulando el pecho, aunque notes poquita producción. Eso ya genera más producción.

En casos como el tuyo que quieres producir por demás, pues fenomenal, te estimulas. Ósea, el pecho va a tener capacidad de producirlo. Hay mujeres que producen para trillizos naturalmente y lo producen sin ningún problema. Y lo que tú decías, sí desde el principio ese golpe hormonal no se aprovecha, hay muchas veces que el cuerpo nota que hay un tope: “Este bebé necesita X”. Entonces, luego ya cuesta mucho aumentar esa producción.

Hay técnicas de ponerte con el sacaleches, con el bebé, estimular, descansar entre tomas…, se puede hacer, pero hay muchas veces que es un esfuerzo muy intenso y te pilla en el momento en que tus hormonas están que estás que te dicen: “¡Uy!, que guapa estás” y te echas a llorar. Hay mujeres que se ponen el sacaleches y sacan muy poco y sacan 20 y les parece poquísimo, pero es que esas 20 son gotas de oro.  Yo de hecho lo comentaba, si tú te sacas 20 cuando él acaba de amamantar, te pones un rato después el sacaleches y sacas 20 cada vez, el pecho, tu cerebro, tus hormonas reciben el mensaje de que hay un bebé que necesita comer más. Si hacemos todo lo contrario y sobre todo lo que hacemos es: “Es que a la noche estoy destrozada. Voy a darle un biberón a la noche, se lo va dar mi pareja…”. El mensaje que recibe el cuerpo es justo el contrario, hay un bebé que ya no toma por la noche, no tenemos por qué producir tanto. Que hay mujeres que eso les ha funcionado, porque realmente su problema era que estaban tan agotadas que lo han hecho dos días y al tercer día ya se han podido levantar a la noche, han podido darle el pecho y el cuerpo pega un subidón. Pero no sabemos cómo van a funcionar.

Y además la importancia de las tomas nocturnas. 

L: Pero que no todo vale para todo el mundo. Siempre hay que individualizar.

Hay algo que no hemos dicho y creo que es importante que las mujeres lo escuchen, y es que una teta grande no produce más leche que una teta pequeña. Yo he acompañado a mujeres con una teta minúscula, que prácticamente eran un pezón y tenían unas criaturas divinamente alimentadas.

R: La idea principal es que una parte muy importante del pecho es grasa, entonces, esa parte grasa no produce lactancia. Lo que cambia normalmente el tamaño en los pechos de mujeres adultas en época reproductiva y que hemos sido capaces de quedarnos embarazadas, es esa parte grasa. Si no hay un problema claro de la glándula, lo normal es que pueda amamantar sin ningún problema.

Edu: Yo escuché (cuando estabais hablando antes de las edades de los niños) hasta que edad dar de mamar a tu bebé, y fue una burrada (o no fue una burrada). O simplemente lo escuché en un reportaje o en comentarios en los que se hablaba de que la edad recomendada para dejar de amamantar a tus hijos es cuando se les cae el primer diente de leche, que por eso se llaman dientes de leche.

R: Hay diferentes teorías.

¿Se deja la lactancia cuando se cae el primer diente de leche?

L: En realidad, se deja la lactancia cuando uno de los dos quiere dejarla, mamá o bebé o niño o niña. Ese es el momento propicio, pero se puede estar dando la teta hasta que se cae el primer diente perfectamente. Si fuera el caso de mi hija hubiera sido muy tarde, porque el diente se le cayó con 8 años.

R: Yo creo que esta idea surgió porque se hizo una especie de estudio comparando las edades en que se destetaban los diferentes mamíferos. Vieron que una de las cosas que pasaban sobre todo en primates era esta, que cuando los primates tenían un tipo de alimentación diferente, tenían ciertos hitos de crecimiento, normalmente las madres destetaban. Luego también, por estudios con restos fósiles de culturas antiguas; por el tamaño de los bebés, el tipo de huesos, ellos sabían qué tipo de alimentación tenía la criatura, y vieron que había bebés (que ahora consideraríamos muy mayorcitos) que seguían amamantando. Hicieron esa comparación que al final es algo muy cultural.

Yo creo que al final el ser humano tenemos la parte esta que decíamos muy animalista y muy mamífera, pero luego también tenemos la parte social y cultural que nos influye a muchos niveles. Luego ya cada uno en su casa y en su entorno decide.

¿En qué momento es mejor para cada bebé? No podemos decirlo, porque es como, ¿en qué momento uno empieza a tomar café?, pues unos empiezan con 12 años y otros con 20.

Yo puedo decir que estoy en momento de destete o quiero. Estoy en ese punto de: ¿Sí o no?, no puedo. ¿Qué hago?

R: También hay un problema porque nosotros en castellano la palabra que utilizamos es “destete”, que es como: “A partir de hoy no hay más teta”. En inglés la palabra que usan es “weaning”, es el primer día que el bebé empieza a comer algo que no es pecho, ya consideran que están destetando. Entonces, se entiende que es un proceso. El destete nunca es un día o no. A veces puede ser un día que dices: “A partir de mañana esto se acabó, me voy a Pernambuco y se acabó la teta”; es muy cruel para la propia criatura y seguramente para la madre también iba a ser horrible. Creo que hay muy poca gente que lo hace.

Laura está en pleno apogeo de donante. Antes has dicho lo del recolector de Haakaa. ¿Qué es lo del recolector?, porque al final todo el mundo conoce que es lo que es un extractor, que lo que hace es estimular más, ¿pero qué es de lo que tú nos hablas?

L: Esto me lo descubrió una madre (yo siempre cuento que mi profesión quienes me enseñan sobre todo son las madres), que en uno de sus postpartos la vi con ese recolector en el pecho (esa botella de silicona). Veía que de repente llenaba, llenaba y llenaba de leche y yo decía: “¿Esto qué es? Me decía: “Pues mira, ni me duele ni tengo que hacer esfuerzos ni nada”. Entonces, cuando ya compré uno para probar y me lo llevé a las asesorías de lactancia, empecé a ver que funcionaba muy bien y que las madres estaban muy contentas. Luego empecé a tener varias madres que se hicieron donantes con ese “cacharro”.

Es lo que decíamos al principio, ¿cómo manejar esas crecidas para luego poderte hacer donante? Porque en el banco de leche el mínimo que recogen son 500 mililitros cada 3 semanas, es decir, si tú has recolectado 500 mililitros en tres semanas, puedes hacerte donante. Tampoco ponen un criterio muy elevado; 500 mililitros en tres semanas tampoco es exagerado.

R: Hay que calcularlo al día, sería muy poquita cantidad.

L: Yo lo que hago es que me pongo a la niña en un pecho y en el otro pecho me lo pongo, y con esa inyección de los primeros días, de las primeras semanas que algunas madres tienen y otras no, pero se puede provocar poniéndotelo. Eso al final lo que hace es un efecto vacío y va cayendo la leche. Yo voy recolectando y metiendo en un bote.

Yo quiero decir que me flipa, porque lo vi en tus redes. Y yo he sido de las que he odiado el sacaleches y decía: “Es que soy una vaca lechera”. 

L: Es quien dependía de un sacaleches para sacar adelante su lactancia. Que yo he tenido a mi primer hijo con una atonía muscular bastante potente y con muchos problemas de lactancia…, yo estaba todo el día escuchando ese sonido y a mí me tenía frita.

Y luego conectada, porque tienes que estar enchufada a algo. Esto no lleva cables. Entonces claro, encima de tener que estar atada aquí y al interruptor por decirlo así, encima el ruido… Yo sigo pensando que era una vaca lechera.

R: Hay mujeres que realmente consiguen mantener una lactancia gracias al sacaleches. Hay algunos (como los manuales) que no hacen tanto ruido, puedes acabar con una tendinitis, pero no hacen ruido. Pero sí que es verdad que yo lo veo como una cosa maravillosa, no por ejemplo, cuando tienes que conseguir una producción completa para un bebé. Imagínate que tienes un bebé prematuro, ingresado las 24 horas al día y te lo van a dar en 3 meses porque es un gran prematuro y tienes que depender completamente del sacaleches, ahí igual el Haakaa no te saca de apuros. Pero para madres que, por ejemplo, tienen que volver a trabajar a los 4 meses y lo que necesitan es un pequeño colchoncito de leche o que tienen interés en pertenecer al grupo de madres que apoyan al banco de leche, puede ser una opción súper cómoda, mucho más ecológica porque no gastan ningún tipo de energía, es más fácil de limpiar…

Y económica. Yo además que al principio fui de las de: “No.  No me van a dejar un sacaleches. Voy a tener el mío…”. Dices: “Bendito sacaleches que van de una amiga a otra y van pasando porque es maravilloso”.

R: Yo con eso tengo mis dudas, porque según el sacaleches que sea, tienen una parte que es el motor que en principio tienes que asegurarte (si lo vas a dejar o si quieres que te lo presten) que no pueda haber ningún resto de leche. Entonces, hay sacaleches que son de tipo hospitalario (pequeñito) que aseguran esto, pero claro, un sacaleches de los primeros que había eléctricos, esos que, aunque sea una inversión es mejor comprarlo.

Y que luego hay que ver la necesidad de cada madre. Siempre te va a costar menos un sacaleches doble de uso hospitalario (en alquiler o comprado para uso de 24 horas durante 3 meses o durante un mes) que la leche artificial para ese bebé.

Yo hay una cosa que digo muchas veces y es que si tú te vas a gastar un dinero (puede ser grande o no)  en algo que te va ayudar a salvar la lactancia, es el mejor dinero invertido.

L: Y sumado a lo que decíamos al principio, que no vale para todas, que hay que individualizar.

R: Claro. Una mujer que va a tener la suerte, porque es millonaria y vive feliz en su torre de marfil y no necesita trabajar ni alejarse de su bebe nunca, pues seguramente no va a necesitar un sacaleches para nada. Porque si un día tienes que sacar leche lo puedes hacer manual en la ducha por una congestión que tengas y no pasa nada. Pero sin embargo, para casos, por ejemplo, que vas a necesitar un fondito de leche para cualquier cosa, que necesitas ir al médico y no puedes llevar a tu bebé… Para lo que le pasa a Laura ahora, que sabe que si en casa necesitan leche, van a tener un fondito de leche que ha dejado. Pero eso, cada una tendrá que ver la necesidad que tiene.

Aquí también hay que diferenciar cuál es la presión que hay. Ya no solo como decirlo (somos prolactancia), pero hay veces que se hace excesiva la presión y se cuestiona demasiado a una madre cuando decide: “No. No puedo más”.

Hace poco estaba haciendo unas consultorías y me han estado preguntando y he estado sobre todo valorando ciertos productos. Me decían: “Oye, pues no me he apañado y ya le doy lactancia artificial y ya está”. Si has tomado esa decisión es la mejor que has podido tomar, porque la has tomado tú, porque tú la necesitas. Que eso ante todo hay que respetarlo. 

Mi pregunta hacía Ruth sobre la liga de la leche es que se podría ver como algo “extremista”. No es extremista. Al final es prolactancia, pero nadie está obligando a nada, ni somos las nazis de las tetas ni todas estas cosas.

R: Sí que es verdad que cada vez más hay un sistema de comercio alrededor de todo lo que sea maternidad, lactancia, mujer, etc. Hay que sacar dinero de todo en general en el mundo y justamente la teta es algo que no da dinero. La lactancia son teta – bebé y para de contar. Entonces, siempre hay esa presión. Cada mujer en su entorno social y con sus necesidades (emocionales, biológicas, laborales…)  tiene que decidir qué es lo mejor para ella y ahí nadie tenemos por qué decir si es bueno o malo. Es su decisión y es tan responsable como la de la que quiera amamantar.

Y a mí también me da pena esa temporada (que yo creo que ya se ha pasado un poco) de aquella guerra que había de las madres de la teta o familias de la teta contra madres y familias del biberón. Es absurdo. Cada uno lo vivimos desde nuestro punto de vista, con nuestro cuerpo, con nuestras necesidades y ninguno lo podemos valorar.

Sí. Pero también es verdad que es un poco lo que dices, nosotros tuvimos aquí a Sara de suelo pélvico (me repito otra vez en ella porque dijo frases muy fuertes) y fue una de que las mujeres estábamos “prostituidas” en el tema de la lactancia, de la maternidad, de que al final se nos vendían cosas que decías: “¿Pero para qué?”.  Ella sobre todo se refería a, por ejemplo, “pilates para embarazadas” y decía: “¿Para qué?, ¿para qué queremos el pilates?”. Yo lo que quiero es que estéis tonificadas, que estéis fuertes porque al final vais a dar a luz y de ahí luego lo que queremos es una buena recuperación. Y eso está investigado que es así.

Entonces, yo creo que al final nos han venido tantas cosas, que es lo que dices, que la teta de por si no da dinero, es gratis, la llevamos todo el día encima. ¿Qué pueden sacar de eso? Hay que buscar otros artilugios.

R: Y además, muchas veces si consigues salvar los problemas que te pueden surgir y que a todas nos surgen al principio (por miedos, por todo de la teta…), te sientes realmente empoderada, porque allí donde vayas tú con tu bebé sabes que pase lo que pase no vas a necesitar nada. Yo pensaba, por ejemplo, ahora con todo lo de la palma decía: una madre que haya estado allí dando el pecho, sabe que, aunque se corte la carretera que va de su casa (porque hay allí la lava), pase lo que pase mientras ella tenga a su bebe al lado, su bebe no va a pasar hambre.

Me ha venido a la cabeza (ahora no recuerdo la noticia) una mamá que había estado en una lancha durante mucho tiempo y le daba de amamantar a sus hijos (creo que uno era mayor y otro era más pequeño), y gracias a esa lactancia materna pudieron salir adelante, porque tenían ese único alimento. Estamos equiparando lo del tema del volcán a eso, pero al final son puntos de momentos de estrés extremo.

R: Cuando hablamos de la gente del volcán estamos hablando de nuestro país donde tenemos unos bomberos, unos servicios que le van a poder llevar a esa gente comida…, pero te pones en sitios y entornos donde no hay esas posibilidades, no tienes acceso a un agua limpia, no tienes acceso a unos polvitos para hacer la leche adecuados, y es una condena. Aquí, cualquier niño es una decisión de la madre y va a poder salir adelante, pero hay sitios que es una diferencia de vida o muerte. Entonces, yo creo que uno de los objetivos de la semana de lactancia es justamente eso, el decir, cualquier alimentación es buena para tu bebé si sale adelante, pero obviamente con la lactancia materna ganamos todos.

Te tengo que decir Ruth que llegamos al final del programa. De aquí me llevo: que mucho empoderamiento femenino, mucha información, que la información es poder, que aunque seamos un “queso gruyere” como dice Laura, viene muy bien la información y que muchas gracias chicas por haber compartido este ratito conmigo. 

 

Por favor selecciona un producto
Abrir chat
Haakaa responde
¡Hola! ¿Dinos cómo podemos ayudarte desde Haakaa?