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La lactancia materna, no siempre es un camino de rosas, es más, me atrevería a decir que muchas veces no lo es. Puede que surjan problemas o dificultades al inicio o más adelante, ya que cada lactancia es un mundo. Cuando hay problemas, tenemos que poner soluciones, y “tirar de pezoneras” es una de las soluciones que está bastante extendida. Vamos a conocer en este post para qué sirven, cuando usarlas y derribar los mitos que las rodean, ¡sigue leyendo!
¿Qué son las pezoneras?
Son unas láminas finas de silicona, con forma como el pezón, para colocarlas encima de este y facilitar el enganche y la succión al pecho por parte del bebé.
¿Cómo elegir las pezoneras?
Hoy en día, la mayoría de las pezoneras del mercado, sin de siliconas de buena calidad, y suficientemente flexibles. Es importante que elijáis la que más se adapte al tamaño de vuestro pezón.
¿Cuándo usar las pezoneras?
A continuación, voy a hablar de varios casos, en los que podemos usar las pezoneras para ayudarnos o salvar la lactancia, pero que tenéis que saber que en ningún caso lo recomiendo como “solución” sin contar con ayuda profesional.
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Problemas iniciales de la lactancia, dolor o grietas.
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Si hay anquiloglosia, en algunos casos puede ayudar o facilitar, aunque el objetivo siempre va a ser conseguir el tratamiento adecuado para solucionarla.
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Bebes prematuros, que no tienen suficiente fuerza para mamar.
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Si estás con lactancia mixta y el bebé comienza a rechazar el pecho.
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Cuando existe labio leporino o paladar hendido, pueden ser de ayuda, ante de iniciar una lactancia en diferido (siempre va a depender del grado de afectación). Si es tu caso puedes echar un vistazo a las pezoneras de Haakaa, especiales para estos casos.
¿Cómo usarlas?
Lo más importante, a tener en cuenta, es:
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Que la colocación sea estable, para que no se estén moviendo y dificultando la succión del bebé.
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Que se cree vacío, para evitar que el bebé lo succione.
Para ello, debemos sujetarla de la base, poniendo hacia arriba las aletas, centrarla en el pezón, y cuando esté bien centrada bajar las aletas, observando como se produce el correcto sellado.
En conclusión…
Las pezoneras, en los últimos años, han estado algo “mal vistas”, alegando que interfieren con la lactancia, que se disminuye la producción… La realidad es que con uno incorrecto, pueden interferir en la lactancia, pero bien usadas pueden ser de ayuda en momentos puntuales. Si has tenido o tienes que recurrir a ellas, hazlo si te ayuda en ese momento, y no te sientas culpable, pero mi consejo es que contactes con una asesora de lactancia. Así podréis comentar el motivo por el cual las has empezado a usar, en la mayoría de casos, te podrán ayudar a solucionarlo.
Marta Espartosa
Enfermera pediátrica
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