Las altas temperaturas del verano hacen que mayores y pequeños tengamos la necesidad de pasar tiempo en el agua, ya sea del mar de la playa y disfrutar a pesar del calor. Excursiones, vacaciones, playa o piscina… cualquier momento es bueno para aprovechar y darse un chapuzón. Pero con tanta diversión y ajetreo no debemos descuidar el cuidado de la piel de los bebés, que se enfrenta en el verano a agentes externos irritantes como el cloro, el salitre y el sol.

La piel de los bebés

Aunque cuando vemos un bebé muchos añoramos tener una piel tan suave, la realidad es que la piel de los más pequeños es una piel más delicada y sensible, es cinco veces más delgada que la piel de los adultos. La epidermis y el estrato córneo son muy finos en este momento. La piel del pequeño, irá desarrollándose desde el nacimiento hasta la adolescencia, donde tendrá las características más parecidas a la edad adulta.

Además, las glándulas sudoríparas, aunque ya están presentes en la piel, no están en pleno funcionamiento, lo que provoca que el bebé no regule igual la temperatura, no elimine igual los desechos a través del sudor, y no obtenga la misma lubricación, por eso podemos observar una piel con más tendencia a agrietarse.

Que el bebé tenga una piel tan frágil y delicada, no significa que no vayamos a continuar disfrutando del verano, pero sí, que tengamos que tener en cuenta unos cuidados específicos para cuidarla como se merece.

La piel atópica

Aunque el bebé no sea tan pequeño, podemos encontrarnos con circunstancias que hacen que su piel sea más delicada y requiera unos cuidados especiales.

La dermatitis atópica afecta al 15-20% de los niños en nuestro país, esta cifra ha ido en aumento en los últimos años. La mitad se diagnostican en el primer año de vida. La dermatitis atópica se relaciona con otras enfermedades como las alergias infantiles o el asma.

Si la dermatitis atópica está bien controlada, el bebé o niño puede tener una buena calidad de vida, pero en casos de brotes o dermatitis mal controladas, puede afectar a la calidad de vida en muchos de los ámbitos del niño.

Si hablamos de verano, entran factores que pueden mejorar y empeorar la dermatitis, así que tendremos que estar muy atentos, para mantenerla controlada, y poder seguir disfrutando de las vacaciones.

Agentes irritantes para la piel de los bebés en verano

Vamos a detenernos a nombrar cuáles son los agentes que más comúnmente pueden provocar irritaciones y alteraciones en la piel de los más pequeños (y no tan pequeños).

El sudor, el sol, el cloro o el salitre son algunos de los elementos, que pueden hacer que pasemos de un gran verano a que nuestro peque no esté al 100% para disfrutarlo, vamos a ver cada uno de ellos.

El sudor:

Ya hemos dicho que, durante las primeras semanas, el recién nacido no suda, pero en cuanto avanza su desarrollo, sus glándulas están preparadas para ello, y también comienza a sudar con todo lo que esto conlleva.

Las altas temperaturas, el exceso de abrigo a pesar del calor (sobre todo cuando son pequeños) y el roce con la ropa puede hacer que el poro se obstruya y aparezca la famosa sudamina. Veremos granitos pequeños y rojos, en las zonas del cuerpo de más roce, que no pican ni molestan, pero son llamativas. La sudamina no requiere un tratamiento específico, pero se recomienda mantener la piel limpia, seca y ayudarse de algún producto calmante y huir de las cremas hidratantes muy untuosas que pueden obstruir más el poro.

Además, el propio sudor, puede irritar más las pieles con dermatitis atópica, propiciando los brotes y las molestias que esto conlleva.

El sol:

Ya hemos hablado del sol en otras entradas del blog, y es bien conocido que su radiación provoca y acelera el envejecimiento cutáneo, además reseca la piel y es el responsable de un gran porcentaje de los casos de melanoma.

No todo va a ser malo, y el sol también tiene un efecto antiinflamatorio, podría ser esto una de las causas por las que en algunas personas mejora la dermatitis atópica en verano, pero nunca va a producir beneficios si la exposición es excesiva o sin protección.

El cloro:

Este agente se usa como desinfectante en la piscina, pero puede resultar irritante para la piel, además a que el pH del agua de la piscina también es más elevado que el pH de nuestra piel, ayuda a que el baño en la piscina sea algo más agresivo.

Hay varios cuidados que podemos tener en cuenta para evitar que el agua de la piscina en general y el cloro en particular lesione la piel de los más pequeños de la casa. Controlar el tiempo de los baños y que no sean muy prolongados, duchar a los niños antes de entrar a la piscina con agua sin cloro, puede ayudar a que nuestra piel ya húmeda, absorba menos cloro dentro del agua. Si hablamos de clases de natación, que es una pregunta muy común en padres de niños con dermatitis atópica, podemos llevarlo, controlando siempre la hidratación de la piel, en casos de dermatitis más intensa, aplicar vaselina pura por el cuerpo antes de meter al niño al agua, ayuda a crear una capa hidratante que evita que los agentes externos lesionen la piel.

El salitre:

El agua del mar poco o nada tiene que ver con el agua de la piscina. En este caso hablamos de un elemento natural, con propiedades que puede ayudar a la piel de los más pequeños. El agua del mar ayuda a reponer sales minerales, y tiene propiedades antisépticas.

A pesar de estos beneficios, no podemos negar, que los baños largos en el mar y el salitre ayudan a resecar la piel.

Recomendaciones para el cuidado de la piel de los bebés en verano

Ahora que ya conoces los agentes irritantes para la piel de los más pequeños, te voy a mostrar medidas generales que podemos poner en práctica para disfrutar del verano y cuidar su piel.

Para el sol

  • Como hemos visto una exposición moderada al sol, puede tener un efecto antiinflamatorio beneficio, en el caso de las dermatitis atópicas, pero hay que tener cuidado porque el aumento de la temperatura corporal y la sudoración excesiva, si pueden empeorar los síntomas.
  • Elige un fotoprotector adecuado a su edad, con filtro físico o mineral para menores de 3 años o pieles sensibles. Si, además, tu peque tiene la piel atópica, utiliza uno especial para este tipo de pieles, ya que resecan menos que otros fotoprotectores.

Para el agua

  • Pasa por la ducha de agua dulce antes y después de entrar en la piscina. Antes, ayudará a que la piel de tu peque se irrite menos a consecuencia del cloro, y la ducha de después ayudará a eliminar los restos de cloro en la piel, para que no continúen irritándola.
  • El cloro del agua de la piscina, aunque nos ayuda a prevenir infecciones en el agua, puede resultar muy irritante para las pieles sensibles y/o atópicas, controlar el tiempo del baño, puede resultar útil para que la piel no se irrite más de la cuenta, la bibliografía habla de baños de 15 minutos aproximadamente (algo un poco complicado en niños a los que les encanta el agua).

Recomendaciones generales

  • Utiliza para tu bebé o niños, ropa de tejidos naturales, como el algodón, que permite una mayor transpiración y absorción del sudor, de esta manera no irritará tanto su piel.
  • La playa puede aportar diferentes beneficios, la exposición solar moderada y el agua del mar suele resultar beneficiosa, y muchas dermatitis mejoran en la playa. Pero cuidado, aun así porque todas las pieles no reaccionan igual.
  • Los bebés pequeños pueden bañarse en la piscina o en la playa, siempre y cuando no les dé el sol directo si son menores de seis meses, pero siempre hay que valorar también riesgo / beneficio que realmente tiene para el bebé o es porque a los adultos nos apetece. Algunas fuentes no recomiendan baños en piscinas en menores de dos meses por el riesgo de infección.

En resumen

Como has visto, es posible que las pieles más sensibles disfruten del verano de manera segura. Ten estos consejos en cuenta, y sobre todo observa la piel de tu pequeño, no a todas las pieles les va bien o mal o mismo y lo mejor es ir aprendiendo poco a poco.

Me gustaría darte un último consejo sobre productos para utilizar en la piel de bebés y niños, y que tiene que ver con esto que te cuento. No hay un producto milagroso, un producto buenísimo que funcione en todas las pieles, por eso, para mantener la piel hidratada y cuidada con el mejor producto para tu retoño, mi consejo es que acudas a tu farmacia de confianza y te proporcionen varias muestras que se puedan adaptar a su tipo de piel, así podrás probarlas y ver cuál le ayuda más, evitando gastarte un montón de dinero en cremas que al final se quedan sin usar.

Si aun con productos que se adapten a su piel y todos estos consejos que te he dado hoy, no consigues mantener la piel de tu bebé o niño libre de irritaciones e hidratada, no dudes en consultar con tu pediatra o dermatólogo pediátrico, para juntos buscar la mejor solución.

Marta Espartosa

Enfermera Pediátrica

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