Hoy tenemos entre manos un “temazo” del verano, y es que no hay nada como disfrutar del aire libre, del sol, de la playa o piscina, ¡que libertad! Pero claro, es importante hacerlo de forma segura, y proteger la piel de los pequeños con crema solar infantil, se vuelve una prioridad.

El sol también tiene beneficios para nuestro cuerpo, desde aumentar el estado de ánimo, ayudar a que nuestros huesos estén fuertes, disminuir el colesterol o la tensión arterial… pero si miramos hacia la piel, deja de haber beneficios y comienzan los riesgos. Tienes que saber que la piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, merece la pena cuidarlo, ¿no?

Riesgos del sol para la piel

Las radiaciones que emite el sol tienen efectos secundarios que van desde la destrucción de células de la piel, las quemaduras o las pigmentaciones, hasta el aumento del envejecimiento de la misma, y el riesgo de padecer cáncer de piel.

La piel de los más pequeños

La piel de los niños es mucho más sensible a la radiación solar, yo siempre lo comparo con un lienzo en blanco, ya que la piel tiene memoria, y si la hacemos sufrir, esas lesiones perdurarán. En el momento actual puede que veamos quemaduras, manchas, pero esta exposición con los años es un factor de riesgo para otros problemas más serios como hemos visto.

Radiaciones solares

Existen diferentes tipos de radiaciones solares, vamos a ver a continuación las diferencias y como actúan cada una de ellas a nivel de la piel:

  • RAYOS UV

UVA: Suponen un 5% de la radiación que llega a nuestra piel. Actúan a nivel de la dermis (la capa intermedia de la piel), son los responsables de la oxidación celular, de crear radicales libres en la piel y por consiguiente de elevar el riesgo de cáncer de piel.

UVB: Supone un 1% de la radiación que llega a nuestra piel. Este tipo de radiación se absorbe en su gran mayoría a nivel de la epidermis (la capa más externa de la piel) y son los responsables de las quemaduras solares. Aun así, el daño que producen también es factor de riesgo para padecer cáncer de piel.

  • Rayos Infrarojos (IR-A)

Suponen un 40% de la radiación que llega a nuestra piel. Llegan a la hipodermis, la capa más profunda de la piel. Son los rayos que producen esa sensación tan agradable (a veces excesiva) de calor a través del sol. Por lo tanto, son los responsables de los golpes de calor y deshidrataciones. No producen cáncer de piel por si mismo, pero potencian los efectos nocivos de los rayos UV.

  • Luz visible

Supone un 40% de la radiación que llega a nuestra piel. Llega a la hipodermis, la capa más profunda de la piel. La luz visible es la que nos permite distinguir colores. Este tipo de radiación no solo la emite el sol, también los dispositivos de pantalla. La luz azul, en concreto, es la que supone un peligro para nosotros y nuestros peques, ya que afecta al envejecimiento celular.

¿Cómo elegir la crema solar infantil?

Para elegir la crema solar infantil hay que tener en cuenta diversos factores, como la edad del peque y el tipo de piel, por ejemplo, si la tiene atópica o más sensible. Vamos a hablar de los diferentes tipos de filtros y de los factores de protección solar.

Filtros físicos o minerales:

Estos filtros crean una capa barrera en la piel al aplicarlos, que bloquean la radiación solar. No son absorbidos por la piel, y son los más adecuados para los niños más pequeños, te recomiendo que si tu hijo tiene menos de 3 años utilices este tipo de filtro. En su composición suelen llevan óxido de zinc o dióxido de titanio. Como sean este efecto pantalla, son efectivos desde el primer minuto tras su aplicación.

También son recomendados para las pieles más sensibles o atópicas, además de para embarazadas.

Filtros químicos:

En este caso, la crema tiene que ser absorbida por la piel, para que pueda absorber la radiación solar dañina. Se pueden utilizar en niños a partir de 3 años. Aun así, no es recomendable utilizar la crema solar del adulto, aunque también sea con filtro químico, para los niños, asegúrate de que está diseñada para niños.

En este caso, como la crema precisa de una absorción en la piel, debemos ponerla 20 o 20 minutos antes de la exposición solar, para que sea realmente efectiva.

El Factor de protección solar indica el tiempo que tu piel está protegida ante los efectos nocivos de los UV, aunque elijamos un factor de protección solar alto, debemos aplicar el producto de nuevo cada 2 horas. Elige una protección alta, tanto para tu peque, como para ti.

Crema para pieles atópicas

Las pieles atópicas necesitan cuidados especiales e hidratación todo el año, y no debemos descuidarlas en verano. Además de tener en cuenta el factor de protección, cobra mucha importancia el filtro. Y es que, los filtros físicos o minerales, al no necesitar ser absorbidos a través de la piel, son menos agresivos con esta. Serían los filtros ideales en niños con pieles sensibles o atópicas.

Las pieles atópicas son caprichosas, y a cada una le puede ir bien un producto, si ves que a tu peque la crema solar infantil no le hidrata bien la piel, pruebas otros laboratorios para encontrar la que mejor se adapte a su piel.

¿Cómo aplicar la crema solar infantil?

Está comprobado que los padres aplicamos crema solar infantil en menos cantidad de la necesaria. Existe una referencia para aplicar el fotoprotector, que es la regla de los dos dedos, que podemos aplicar a los niños regulando la cantidad.

  • Dos dedos para cara y cuello

  • Dos dedos para el pecho

  • Dos dedos para la tripa

  • Dos dedos para cada brazo

  • Dos dedos para la parte anterior de la pierna y dos para la posterior

  • Cuatro dedos para la espalda

Lo que está claro que, si vas de forma habitual a la piscina o a la playa, no te puede durar todo el verano el mismo bote de crema, si es así, no tengo dudas en que tienes que revisar la cantidad de crema que aplicas.

¿Qué significa que una crema sea resistente al agua?

No pongo en duda, que tus peques también pasan gran parte de la jornada de playa o piscina a remojo, así que conviene conocer algunos de los términos que hacen referencia a la resistencia de la crema en el agua, ya que el contacto prolongado con el agua va haciendo que el efecto protector de la crema desaparezca con mayor rapidez.

  • Water resistant: significa que la crema puede resistir un baño de 40 minutos.

  • Waterproof: significa que la crema puede resistir 80 minutos en el agua.

Como ves, en ninguno de los dos casos se dice que el peque pueda estar en el agua el tiempo que quiera y al salir continúa protegido, por lo que siempre recomendamos que tras el baño se seque la piel del pequeño y se vuelva a repetir la aplicación de crema solar.

Leche, gel, spray… ¿Cuál elijo?

Existen numerosas presentaciones, si hablamos de cremas solares, habrás visto la leche que es la más parecida a la crema normal, las de tupo gel, las de spray… las hay hasta invisibles. Para elegir el formato ideal, tengo que recordarte que hemos hablado sobre la poca crema que usamos los padres, por lo que lo primero que voy a descartarte son las cremas de spray tipo aerosol invisibles, ya que vaporizan el producto sobre la piel, pero dejan poco rastro y hacen que todavía apliquemos menos producto.

Así que te recomiendo un fotoprotector tipo crema, que se vea (esto no significa que dejen marca blanca). La forma de dispensador del bote, ya lo dejo a tu elección, lo que si te recomiendo es que si es tipo spray la pongas en tu mano y la apliques en el cuerpo del peque, ya que es la mejor forma de medir cuanta crema ponemos y además evitamos que caiga en zonas que no queremos, como los ojos.

Otros aspectos a tener en cuenta

Además de toda esta información, hay otras cosas que debemos tener en cuenta a la hora de proteger nuestra piel del sol:

  • Renueva el fotoprotector cada dos horas, o tras el baño.

  • Utiliza otras protecciones físicas como gorra, gafas y ropa UPF.

  • Evita la exposición solar entre las 12.00 h y las 17.00 h.

  • La ropa normal no protege de la radiación solar, utiliza ropa específica, si no, los tejidos más densos y los colores oscuros, protegen más.

  • Las orejas o los empeines de los pies son las zonas donde más veces se nos olvida ponerles crema y sí… ¡esas zonas también se queman!

  • Con una protección solar adecuada, ni peques ni mayores deberíamos ponernos morenos, aunque la piel no se queme, si coge color, es que ya ha sufrido.

  • Además, si están morenos pueden quemarse de nuevo, lo que pasa que el color moreno lo tapa y no lo vemos, pero la piel sufre.

Espero que hayas despejado dudas y tengas claro por donde empezar a buscar la crema solar perfecta para que tu peque disfrute de las vacaciones de manera segura. No te puedo decir que una marca u otra son las mejores en fotoprotectores infantiles, pero ahora sabes qué características tienes que buscar. Aparte de esto, es ir observando la piel de tu peque y ver cuál le va mejor.

Marta Espartosa

Enfermera pediátrica

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